Para realizar un trasplante de hígado, hay mucho que hacer antes y después de la operación. Inicialmente, usted será evaluado por el grupo de trasplantes para determinar que todos sus estudios de laboratorio y gabinete estén completos y usted esté en las mejores condiciones posibles de salud para realizar el trasplante. Después de la operación, el grupo de trasplante se encargará de mantener adecuadamente la función de su hígado nuevo y de sus condiciones generales de salud a largo plazo.
El tiempo entre la evaluación inicial y el trasplante es variable, y depende de factores que pueden controlarse, como la disponibilidad de un donador vivo (que permitiría la ejecución del trasplante en días/semanas) y factores que ni usted ni el grupo de trasplante pueden controlar, como la disponibilidad de un hígado proveniente de un donador cadavérico (proceso que puede tardar semanas/meses). .
Trasplante Hepático.
Recibir Un Hígado Nuevo.
La realidad acerca del Trasplante de Hígado.
Información sobre el Hígado.
El hígado, como todos los órganos del cuerpo humano, tiene múltiples funciones que son fundamentales para sobrevivir:
• Ayuda a digerir los alimentos.
• Elimina los desechos de la sangre.
• Produce proteínas que ayudan a la coagulación sanguínea.
• Almacena los azúcares (glucógeno) que se utilizan para energía.
• Produce las proteínas que necesita el organismo.
• Ayuda a utilizar y almacenar las vitaminas.
• Produce sustancias químicas que protegen al organismo.
• Descompone y elimina toxinas, fármacos, y otros productos de desecho del organismo.
• Es un componente muy importante del sistema inmunológico.
Cuando el hígado sufre daños graves o es dañado en forma repetida, por ingesta frecuente de alcohol o por infección con el virus de la hepatitis B o C, progresivamente presenta cicatrizaciones, proceso que es conocido como cirrosis hepática, la cual, básicamente conduce a dos tipos de problemas:
1. Insuficiencia hepática: Ocurre cuando el hígado no puede cumplir con sus funciones. Entre las señales de insuficiencia hepática están las siguientes:
• Piel y ojos amarillos (ictericia).
• Olvidos, confusión o estado de coma (encefalopatía).
• Cansancio.
• Pérdida de músculo (desgaste muscular).
• Comezón en algunas partes del cuerpo.
• Falta de coagulación de la sangre.
• Osteoporosis o pérdida de la calcificación de los huesos.
• Disfunción renal.
2. Hipertensión portal:
Ocurre cuando las cicatrices del hígado detienen el flujo sanguíneo, ocasionando que se acumule la presión en la vena que alimenta al hígado (vena portal). Entre las manifestaciones de hipertensión portal se encuentra:
• Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis).
• Infecciones en este líquido abdominal (peritonitis bacteriana espontánea).
• Sangrado del tubo digestivo (por varices esofágicas o en el fundus del estómago).
• Disminución del número de plaquetas (componente de la sangre que participa en la formación de coágulos sanguíneos).
¿Cuáles son las causas de enfermedad hepática?
Existen muchas enfermedades que pueden producir daño hepático y por consiguiente, cirrosis hepática. Las más frecuentes son hepatitis por virus C y B, hepatitis secundaria a depósito de grasa, daño por ingesta de alcohol, drogas o medicamentos, enfermedades congénitas como cirrosis biliar primaria, colangitis esclerosante, o en caso de los niños, atresia de vías biliares. El trasplante hepático también es la única forma de tratamiento para ciertos enfermos con cáncer en el hígado.
¿Cómo se trata la insuficiencia hepática y la hipertensión portal?
El hígado es capaz de soportar bastante daño, pero cuando se afecta casi en su totalidad, éste empieza a fallar. Si una persona presenta señales de falla o insuficiencia hepática o evidencia clínica de hipertensión portal, quiere decir que el organismo no cuenta con mucha cantidad de hígado para sobrevivir.
Una vez establecida la cirrosis, no existe actualmente ninguna forma de tratamiento excepto el reemplazo del hígado enfermo por uno nuevo. Sin embargo, existen diferentes formas de controlar o retrasar la presentación de complicaciones secundarias a la cirrosis, como las relacionadas a la hipertensión portal. Existen medidas para prevenir y tratar el sangrado por varices en el esófago, acumulación de líquido en el abdomen, encefalopatía, etcétera. Desgraciadamente, estas medidas no alteran el curso propio de la enfermedad hepática. Además, una vez que el hígado es insuficiente, no existe una máquina o medicamentos para remplazar sus funciones fuera del trasplante hepático.
Primer paso:
-Su médico o usted mismo se pondrá en contacto con el Centro de Trasplante Multiorgánico.
Primero, debe ponerse en contacto con personal del Centro de Trasplante Multiorgánico del Hospital Puerta de Hierro, cuando su enfermedad hepática empiece a empeorar y usted presente señales de insuficiencia hepática o hipertensión portal. El trasplante implica realizar una operación muy especializada, y por ello, deberá acudir al Centro de Trasplante Multiorgánico en donde un grupo de especialistas médicos, incluyendo cirujanos de trasplante, anestesiólogos, expertos en medicina crítica, gastroenterólogos, radiólogos intervencionistas, entre otros, participarán en su evaluación y tratamiento.
-Sus médicos evaluarán su estado de salud.
A esta etapa inicial se le conoce como evaluación previa al trasplante. Es aquí cuando sus médicos deciden si es correcto que reciba un trasplante de hígado. Durante este período, usted y su familia aprenderán lo que deben saber sobre el trasplante hepático. Se le realizarán varios exámenes, y el proceso puede tomar de pocos días a unas semanas, todo depende de cuántos análisis sean necesarios realizar. Algunas de las cosas que ocurrirán durante esta evaluación son:
• Se reunirá con el cirujano de trasplantes y el especialista en enfermedades hepáticas y otros médicos.
• Se realizarán algunos exámenes de laboratorio en sangre y orina; radiografías y ultrasonido hepático dependiendo de lo actualizado que esté su expediente médico.
• La mayoría de los pacientes no requiere someterse a una biopsia del hígado.
• Es probable que se le realice una endoscopía. Durante este examen, el médico introducirá por su garganta un tubo flexible, en uno de cuyos extremos hay una cámara de televisión diminuta, y lo pasará hasta el estómago para identificar varices esofágicas o en el fundus del estómago así como otras enfermedades.
• Pruebas cardiacas como ecocardiograma y electrocardiograma. Debido a que un trasplante de hígado constituye una cirugía mayor, es importante saber que su corazón y pulmones se encuentran sanos. Si usted fumó alguna vez, es posible que los médicos quieran realizarle pruebas pulmonares y un examen para evaluar la oxigenación en su sangre. Si fuma actualmente, será necesario que deje completamente el cigarro para poder realizar el trasplante.
• De igual forma se evaluará su salud emocional. Sus médicos querrán saber cuán bien maneja usted el estrés y si cuenta con familiares y amigos que puedan brindarle apoyo emocional.
• Se evaluarán sus requerimientos nutricionales. Un especialista conversará con usted sobre sus requerimientos nutricionales y diseñará un plan para que pueda seguirlo. Además, se le brindará apoyo para que se alimente bien a fin de ayudar a su organismo a recuperarse después del trasplante.
-Después de terminar con esta evaluación, los especialistas del Centro de Trasplante Multiorgánico revisarán los resultados y se decidirán si el trasplante es conveniente para usted. Posteriormente, se convocará a una junta con usted y su familia para platicar sobre el resultado de esta evaluación y recomendaciones emitidas por los miembros del Centro de Trasplante Multiorgánico.
Segundo paso: Prepararlo para la operación y encontrar un hígado nuevo
Una vez decidido que el trasplante es conveniente para usted, el siguiente paso implica encontrar un hígado nuevo. El tiempo de espera depende del tipo de donación disponible para su trasplante hepático. Desde este punto de vista, existen dos tipos de trasplante hepático:
Consiste en la extirpación del hígado de una persona que falleció, la cual es seleccionada con criterios estrictos para donación de órganos y este proceso es aprobado por los familiares del donante. La donación es conducida y supervisada por los Consejos de Trasplantes a nivel estatal y nacional, éstos dependen de la Secretaría de Salud. El hígado proveniente de un donador cadavérico tiene que ser trasplantado en el transcurso de pocas horas por lo que el procedimiento no puede ser planeado con anterioridad. Finalmente, el proceso requiere de la donación por lo que no se tiene garantía en cuanto al tiempo de espera.
-Un pariente, como es uno de los padres, hermano (a), primo (a), tío (a) o un hijo (a). El principal requisito es que tengan compatibilidad en cuanto a tipo sanguíneo entre donador y receptor.
-Una persona cercana al receptor, como un amigo o un familiar que no sea pariente consanguíneo (como el cónyuge, hijastros, hijos o padres adoptivos).
La mejor opción en cuanto a donación, debe ser analizada para cada paciente, ya que en las opciones hay ventajas y desventajas. En este sentido, la donación cadavérica tiene la ventaja de no requerir una cirugía abdominal extensa en el donante. La desventaja principal sería lo impredecible en cuanto a tiempo de espera y la necesidad de realizar el trasplante en cualquier momento.
La donación a partir de un donante vivo tiene la desventaja de requerir una operación quirúrgica en una persona sana para obtener una parte de su hígado pero tiene la gran ventaja de ser un donante completamente estudiado, sano y el trasplante se realiza en forma programada (donador y receptor deciden cuando realizar el trasplante) sin que las condiciones de salud del receptor se deterioren durante la espera de una donación cadavérica.
El donante vivo es sometido a una serie de estudios clínicos, de laboratorio y radiología para confirmar que se encuentra en buen estado de salud y que es un candidato apropiado a donar una porción de su hígado. El donante vivo puede vivir como cualquier persona sana sin requerir ningún medicamento o tener alguna restricción física o alimenticia después de la donación. Dependiendo del tamaño del receptor, puede requerirse la extirpación de hasta un 50% del hígado del donante, esto es determinado mediante estudios sofisticados de radiología. Una vez realizada la donación, está demostrado que el hígado del donante crece y regresa a su masa original en un período no mayor a 4 semanas. De la misma forma, el hígado que compone el órgano trasplantado crece en el receptor y alcanza la masa hepática necesaria para realizar todas sus funciones en el receptor en un transcurso de 2-4 semanas. El tiempo de espera para encontrar un nuevo hígado puede variar entre pocos días/semanas cuando se tiene disponibilidad de un donador vivo hasta varias semanas/meses cuando se requiere de una donación cadavérica aunque esta puede suceder en cualquier momento después de ingresar al paciente a lista de espera o desafortunadamente, puede nunca ocurrir.
¿Qué ocurrirá antes de mi trasplante?
Mientras espera por su hígado, es importante que acuda al médico en forma regular y mantenga su salud en las mejores condiciones posibles. Los especialistas del Centro de Trasplante Multiorgánico del Hospital Puerta de Hierro, implementarán un plan para lograr estos objetivos mediante citas periódicas, dieta, medicamentos, actividad física, etcétera.
En caso de encontrarse en lista de espera para donación cadavérica, cuando se encuentra un hígado para usted, el Centro de Trasplante Multiorgánico lo llamará de inmediato a fin de que pueda trasladarse al hospital. Es muy importante tener siempre preparada una maleta con todo lo necesario para la hospitalización y tener un plan de cómo trasladarse de forma inmediata al hospital, y que algún familiar lo acompañe. También debe recordar: No comer ni beber nada después de la llamada.
A veces, el hígado podría no ser lo suficientemente bueno como para trasplantarse, y en ese caso, se cancelará la operación. Sin embargo, esta situación se presenta con poca frecuencia. Tan pronto se reporte en el hospital, se practicarán algunos exámenes de laboratorio y gabinete. Casi de forma inmediata, será trasladado a recuperación y al quirófano cuando todo se encuentre listo para comenzar su operación.
En caso de una donación viva, todo estará programado con anterioridad y su estado de salud estará optimizado para estar en las mejores condiciones posibles para la operación. Donador y receptor se internan en la fecha programada (generalmente el día anterior a la cirugía) y el procedimiento se realiza al día siguiente por la mañana.
Tercer paso: El Trasplante
El trasplante de hígado es una operación muy extensa y sofisticada que puede durar entre 6-12 horas. El cirujano inicialmente extirpará completamente su hígado enfermo y posteriormente el nuevo hígado será colocado en la misma posición del hígado original. Una vez conectado el hígado nuevo, éste funcionará inmediatamente. El cirujano dejará en su abdomen 2 tubos pequeños para drenaje de secreciones que normalmente se acumulan posterior a una cirugía tan extensa, y un tubo muy pequeño para descomprimir el sistema biliar. Los tubos de drenaje se retiran 1-3 días después de la operación y el tubo biliar varios días/semanas, según sea necesario.
Una vez terminada la operación, la gran mayoría de los pacientes son despertados de la anestesia en el quirófano y despiertos pasan a la unidad de cuidados intermedios o intensivos para vigilancia. Dependiendo de la respuesta de su cuerpo ante la operación y su capacidad de recuperación, la estancia en terapia intermedia/intensiva generalmente es de 1-3 días de donde pasara a su cuarto de hospitalización para su recuperación, la cual puede tardar de 3-8 días.
Durante este tiempo, el grupo de Trasplantes se encargará de administrar analgésicos, soluciones, alimento y medicamentos para prevenir rechazo e infecciones. Usted progresivamente realizará activad física y se alimentará por su boca lo más pronto posible.
Cuando los niveles de los medicamentos que previenen el rechazo se encuentren en niveles adecuados en su sangre, cuando esté caminando, respirando normalmente y evacuando, podrá egresar del hospital para ser vigilado como paciente externo en el Centro de Trasplantes Multiorgánico del Hospital Puerto de Hierro. Antes de marcharse a casa, recibirá instrucciones acerca de señales de infección y rechazo, cómo cambiarse los apósitos, tomar los medicamentos y lo que debe saber para cuidar de sí mismo. Dependiendo el caso, acudirá 2-3 veces por semana a revisión y exámenes de laboratorio.
Progresivamente, estas visitas serán espaciadas y podrá regresar a casa, en caso de no vivir en la ciudad de Guadalajara aproximadamente 4 semanas después de la operación, desde donde mantendrá comunicación estrecha con el Centro de Trasplantes.
Cuarto paso: Ayudarlo a mantenerse sano después de la operación.
Es muy importante que usted se mantenga sano después del trasplante. A continuación le ofrecemos algunos recordatorios importantes:
Tome sus medicamentos de forma adecuada.
¡Eso es sumamente importante! Tiene que tener medicamentos suficientes en casa que cubran sus requerimientos por un tiempo en caso de escasez de medicamentos o dificultad en el acceso a los mismos.
Después de abandonar el hospital, siempre recuerde acudir a todas sus citas médicas.
Si su organismo empieza a rechazar el nuevo riñón, es posible que usted no lo sepa. Algunos pacientes podrían presentar señales, pero la mayoría no reconoce ninguna de ellas. Si su organismo rechaza el nuevo riñón, médicos de nuestro equipo de Trasplantes pueden saberlo. Es por esto que es importante acudir a todas sus citas médicas.
Los medicamentos inmunosupresores pueden aumentar la posibilidad de contraer infecciones.
Dichas infecciones pueden tratarse; pero, para ello, usted debe avisarle a su médico si tuviera fiebre, dolores raros o cualquier otra cosa que no haya sentido antes. El riesgo de infección disminuirá cuando sus médicos disminuyan las dosis de los inmunopresores; ésto generalmente se realiza 2-3 meses posteriores a la cirugía.
La hipertensión arterial es un problema común después del transplante.
La presión sanguínea alta puede dañar su riñón nuevo y provocar infartos cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Si se presenta elevación en la presión arterial, nuestros médicos del centro de Trasplantes indicarán los medicamentos necesarios para controlarla. Al igual que el riesgo de infección, la hipertensión arterial tiende a controlarse al disminuir los inmunosupresores.
Los medicamentos anti-rechazo pueden causar diabetes.
Si antes del trasplante ya tenía diabetes, tal vez tenga más dificultad para controlar el nivel de azúcar en la sangre después del trasplante. Nuestros médicos del centro de Trasplante atenderán esta complicación, que suele controlarse al disminuir dichos medicamentos. De igual manera, la concentración de colesterol puede incrementarse al iniciar la administración de medicamentos anti-rechazo. De presentarse este problema, médicos del centro de Trasplante le indicarán dieta, ejercicio y medicamentos de ser necesarios para controlar la elevación del colesterol.
Las personas que reciben transplantes de órganos corren mayor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, como el cáncer en la piel.
El cáncer podría diseminarse más rápido que entre las personas sin trasplante, y es por eso que debe someterse al proceso de detección de cáncer. Para esto es recomendable que el paciente trasplantado utilice protectores solares siempre que se exponga al sol.
Se recomienda que mujeres trasplantadas que deseen embarazarse lo hagan un año después del trasplante.
Para ello, es importante consultar con médicos del Centro de Trasplantes del Hospital Puerta de Hierro para definir el tratamiento más adecuado para disminuir el riesgo tanto de la madre, como del bebé durante el embarazo.