24 de Mayo del 2013, Guadalajara, Jal. De acuerdo a un nuevo estudio, la adherencia a la dieta mediterránea fue un factor predictor independiente de menor mortalidad y mejoría de la función renal en los pacientes con Enfermedad Renal Crónica.
Los resultados ponen en evidencia el valor de los patrones de estilo de vida y la dieta. «Es importante sugerir a nuestros pacientes con enfermedad renal para que modifiquen su estilo de vida mediante el aumento de la actividad física y la adopción de un patrón de dieta saludable,» Dr. Xiaoyan Huang, Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia. «El patrón de dieta mediterránea podría ser una opción. No sabemos cuál es la mejor dieta, pero al menos es una buena opción.»
El estudio surgió de la tesis doctoral del Dr. Huang. Él estudió el efecto del ácido linoleico en los pacientes en diálisis y encontró que el ácido linoleico, que proviene principalmente de los aceites vegetales, se asocia con disminución de la inflamación y una mejor supervivencia en los pacientes de diálisis.
«Es mejor estudiar todo el patrón de dieta en lugar de nutrientes individuales, porque cuando se consume el ácido linoleico, se consumen también más fibra, vitamina C, vitamina E y otros nutrientes», dijo el Dr. Huang. Él presentó los resultados del estudio en el 50vo. Congreso de la Asociación Europea Renal – Asociación Europea de Diálisis y Trasplantes. (ERA-EDTA)
El Dr. Huang y sus colegas siguieron 1110 hombres suecos (edad media, 70 años), 506 de los cuales tenían una tasa de filtración glomerular inferior a 60 ml / min por 1,73 m².
Los investigadores utilizaron un recordatorio de dieta de 7 días para calcular una puntuación de la dieta mediterránea, y los sujetos fueron clasificados como: bajo, medio y altos adherentes a la dieta. La media de seguimiento fue de 9.9 años.
Los altos adherentes eran 42% menos propensos a tener enfermedad renal que los bajos adherentes (razón de momios ajustado, 0.58, intervalo de confianza 95%, 0.38 a 0.87, p = 0,04).
Los investigadores no encontraron diferencias significativas en los factores de riesgo cardio-metabólicos (índice de masa corporal, circunferencia de cintura, presión arterial, los lípidos en sangre, la glucosa, la insulina, la inflamación, o albúmina).
Sin embargo, un análisis de regresión de riesgos reveló que la elevada adherencia se asoció independientemente con un riesgo de mortalidad de un 18% menos por cada aumento de 2 puntos en el Score de la Dieta Mediterránea. Para los sujetos con ingesta dietética adecuada, las asociaciones fueron más fuertes.
«La dieta mediterránea previene la mortalidad cardiovascular en la población general, por lo que puede ayudar a los pacientes con enfermedad renal crónica. Solo recordar que algunos componentes de la dieta mediterranea deben de ser restringidos de acuerdo a la función renal para evitar alteraciones con los electrolitos como el Potasio y el Fósforo» Dr. Librado de la Torre Campos