
Fuera de la unidad de hemodiálisis es tu responsabilidad el buen estado de tu acceso.
Hemodiálisis CEMER®
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Existen tres tipos de accesos vasculares: CATÉTER, FÍSTULA E INJERTO.
Indicado también en pacientes que están próximos a trasplantarse.
Injerto
Al igual que las fístulas bien cuidadas pueden durar varios años.
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Es el peso que debemos tener sin exceso de líquidos y es el peso que se obtiene postdiálisis (Hemodiálisis).
Anteriormente los especialista se basaban solamente en lo clínico como lo típico “Bájale líquidos hasta que se acalambre” que esta es una forma incorrecta de valorar al paciente.
Existen otros estudios para conocer el peso seco como son:
Los cuales son sumamente costosos a comparación a una bioimpedancia eléctrica.
Una fístula arteriovenosa (AV) se realiza cosiendo una arteria a una vena, generalmente en el brazo.
Se recomienda que se realicen las fistulas en el periodo de Prediálisis cuando aún no se necesita hemodiálisis para ser más concreto se recomienda cuando su taza de filtración 15-29 ml/min/1.73 m2, o estadio 5: filtrado glomerular <15 ml/min/1.73 m2.
Fístula: una arteria del antebrazo se cose a una vena cercana.
Injerto: se unen una arteria y una vena del brazo por medio de un tubo de plástico en forma de U bajo la piel.
Este se debe realizar en el brazo no dominante.
Si tiene un injerto o una fístula, mantenga el vendaje seco durante los primeros dos días. Puede bañarse o ducharse como de costumbre una vez que le retiren el vendaje.
Los signos de infección son enrojecimiento, hinchazón, dolor, sensibilidad, calor, pus alrededor del sitio y fiebre (38 °C), ante la presencia de alguno de estos signos y síntomas infórmale a tu nefrólogo.
No deje que nadie le saque sangre, comience una vía intravenosa (IV) ni le tome la presión sanguínea en el brazo donde se encuentra la fístula.
Autor L.N. Jesús Bañuelos Magaña
La Enfermedad Renal Crónica y lesión renal aguda, es una enfermedad tan antigua como la humanidad misma. A principios de Roma y más tarde en la Edad Media, los tratamientos para la uremia (griego para el envenenamiento de la orina, o, literalmente, «la orina en la sangre») incluyen el uso de los baños termales, terapias sudoración, sangrías y enemas.
Las primeras descripciones científicas de estos procedimientos vinieron del químico escocés Thomas Graham, que se hizo conocido como el «Padre de la diálisis». Al principio, la ósmosis y la diálisis se hicieron popular por ser los métodos utilizados en los laboratorios químicos que permitieron la separación de sustancias disueltas o la eliminación de agua a partir de soluciones a través de membranas semipermeables. Muy por delante de su tiempo, Graham indicó en su obra los usos potenciales de estos procedimientos en la medicina.