Un equipo de científicos japoneses logró crear por primera vez tejidos renales a partir de células madre pluripotentes inducidas (iPS), capaces de crear tejidos, un descubrimiento que da esperanzas a los pacientes en espera de trasplantes.
Los riñones tienen una estructura compleja muy difícil de reconstituir cuando resultan dañada.
El equipo dirigido por Kenji Osafune, profesor asociado al Centro de la Universidad de Kioto para la investigación y la aplicación de células iPS (CiRA), generó tejidos de mesodermo intermediario, con una tasa de éxito de más de 90% al cabo de 11 días de cultivo.
Ese descubrimiento representa una primera etapa hacia el trasplante de tejidos renales generados a partir de células iPS.
Representa además una gran esperanza para los pacientes que sufren de problemas renales a la espera de un trasplante.
«Es una etapa muy importante», declaró el profesor Osafune por teléfono a la AFP.
Pero subsisten numerosos obstáculos antes de llegar a una aplicación médica de las investigaciones, agregó.
«Todavía no sabemos si el simple hecho de trasplantar células regeneradas permitirá realmente curar enfermedades renales», explicó.
Las células madres pluripotentes inducidas (iPS) son creadas a partir de células adultas reducidas a un estado casi embrionario a las cuales se les hace generar nuevamente cuatro genes (normalmente inactivas en las células adultas) para que recobren una nueva inmadurez y la capacidad de diferenciarse en todos los tipos celulares en función del medio en el cual se encuentran.
Osafune y su equipo descubrieron además que las células suprarrenales y las células de la glándula de reproducción pueden ser cultivadas con el mismo método. Los resultados fueron publicados en el sitio de la revista Nature Communications.
El año pasado, el japonés Shinya Yamanaka, director del CiRA, y el británico John Gurdon recibieron el Premio Nobel de medicina por haber elaborado el método que permite reprogramar células adultas en células madre, un procedimiento clave para el futuro de la medicina regenerativa.
El uso de células iPS no plantea problemas éticos, al contrario de las células madre extraídas de los embriones humanos.
La investigación de las células iPS es una prioridad en Japón, donde el estado decidió otorgarle medios financieros consecuentes. Japón considera que se trata de un sector muy prometedor en el cual va a obtener una ventaja importante con relación a otros países.