Los santos Cosme y Damián fueron mártires cristianos quienes, según la leyenda, practicaban la medicina sin recibir dinero a cambio; por lo tanto, se los representó ante el público como ideales médicos. En este retablo español, los santos aparecen en una visión, vestidos con sus mejores atuendos de médicos académicos mientras llevan a cabo el milagro del trasplante de una pierna. La visión aparece descrita en un libro de 1275 de Jacobus de Voragine, Legenda aurea (La leyenda dorada). Un sacristán que tenía una enfermedad que le comía la carne de su pierna recibió la visión en la Iglesia de los Santos Cosme y Damián, en Roma. Una noche soñó que los dos santos venían y le cortaban su miembro afectado y en su lugar le transplantaban la pierna de un africano muerto que había sido recientemente enterrado en un cementerio cercano. Al despertar, el sacristán se dio cuenta de que tenía una saludable pierna negra, a la vez que se descubrió que faltaba uno de los miembros del cuerpo del africano. La conclusión: «Déjanos orar por esos mártires sagrados para que sean nuestro socorro y nos ayuden con todas nuestras heridas, dolencias y lesiones, y que por sus méritos después de esta vida podamos tener dicha eterna en el cielo. Amén». Probablemente la pintura estuvo alguna vez en la Iglesia de San Cosme y San Damián en Burgos, en el norte de España. Se conoce al pintor como el Maestro de Los Balbases por un pueblo cercano en el que hay un retablo que él realizó en la Iglesia de San Esteban.