¡Hola! Mi nombre es Leonardo Daniel García Estrada y padecí IRC durante 23 años, el motivo por el cual la desarrolle fue debido a que mi nacimiento no fue a término es decir nací de 8 meses entonces mis riñones no se desarrollaron por completo por lo cual al momento de mi nacimiento me mantuvieron en una incubadora pero a las horas de ingresarme los doctores notaron que me estaba hinchando así que realizaron estudios y comprobaron que mis riñones no estaban funcionando, así que optaron por la solución mas rápida posible, diálisis peritoneal ¿pueden imaginarlo? ¿Un bebe de tan solo horas de nacido con un tratamiento tan pesado?
Afortunadamente solo necesite una para que por un milagro mis riñones comenzarán a funcionar, no a toda su capacidad pero fue un 80% lo cual es bastante un porcentaje aceptable de función renal. A la semana que estuve en la incubadora la vida me dio un golpe bastante duro para mis papás, me dio un paro cardiaco, mi padre estaba en a sala de espera cuando una doctora pregunto cómo me iba a llamar puesto que “no iba a lograr salvarme” pero la vida da muchas vueltas y sobreviví al paro, esa fue mi segunda oportunidad de vivir.
Durante los próximos 21 años estuve bajo control con vitaminas solamente y chequeos cada 6 meses aproximadamente, pero cuando cumplí 21 años y 6 meses todo se complicó de nuevo, mis riñones me dieron 21 años de vida de los cuales estoy muy agradecido con ellos, pero toda lucha tiene su final y ese fue el inicio del final de la vida de mis riñones, estuve ingresado de urgencias en el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde debido a que mis riñones ya no funcionaban, llegue con una anemia muy severa, fue cuando los doctores me dijeron que necesitaba un tratamiento sustitutivo (diálisis peritoneal) pero antes tenían que regularme la hemoglobina ya que tenia 4.3, el doctor en turno me dijo que si hubiera llegado un día o dos después me hubiera dado un paro al corazón y con esos niveles de hemoglobina no hubiera resistido, entonces fue cuando acepte el tratamiento sin conocer que seria de mi después, cuando por fin me dieron de alta aún no teníamos listo el cuarto especial así que debía volver apara los recambios y así fue solo que esta vez ingrese a la clínica 46 del seguro social donde me estuve tratando en peritoneal durante un año, ese año fue muy pesado para mi como para mis familiares ya que ingresaba mínimo una vez al mes por infecciones en el peritoneo.
En enero de 2015 mi hermana contacto con el Dr. Librado quien a pesar de que estaba en peritoneal me atendió y me estabilizo durante 6 meses mientras yo seguía en peritoneal, cuando llegó julio de 2015 me comento que ya era tiempo de pasar a hemodiálisis, yo inmediatamente acepte el tratamiento pues me sentía muy mal con peritoneal, en cuanto tuve mis primeras sesiones de hemodiálisis comencé a sentirme mejor, fue cuando conocí al equipo del doctor Librado, debo decirlo, el mejor equipo de médicos, enfermeras, todo, todo su equipo le debo tanto de que yo esté aquí escribiendo esto. Dure un año en hemodiálisis y debo decir que durante ese año no me había sentido tan bien y cómodo pues ya podía realizar más actividades y ya tenía más energía, sin mencionar que ya no tuve que ingresarme en el hospital tantas veces.
Así que en cuanto entre en hemodiálisis fue el momento para empezar a moverme para recaudar fondos para mi trasplante, realizando eventos, rifas venta de gelatinas y demás cosas fui juntando poco a poco pero no era suficiente fue en ese momento que el Dr. Librado me dijo que contactara con el apoyo de la asociación llamada “Un riñón Una vida” fue aquí donde todo fue facilitándome un poco mas ya que gracias a su apoyo con eventos, recaudación de fondos por medio de pulseras que me donaban para venderlas, incluso participe en el evento anual de trasplantados de CEMER para juntar aun más dinero, fue ahí donde conocí a muchísimas personas trasplantadas muchos jóvenes que me apoyaron con sus anécdotas y que ahora son mis amigos, en conjunto con ellos y el apoyo de amigos conocidos e incluso desconocidos se logró el trasplante, tenía mucha confianza en mis doctores pero aún así estaba algo nervioso pero feliz después de despertar de la anestesia. 48 hrs después aproximadamente sentí el enorme cambio de tener un riñón nuevo, conforme fueron pasando los días yo me iba sintiendo mucho mejor, una semana después llegó el momento de regresar a casa yo estaba muy nervioso por los cuidados y los medicamentos pero conforme pasaron los días me acostumbraba a esta nueva vida y ahora un mes después me siento de maravilla cada que voy a cita me dan excelentes noticias mi riñón esta en excelentes condiciones y yo feliz, no puedo esperar para comenzar con todos mis proyectos de vida, pero para eso faltarán algunos meses, pero llegaré a comenzar y terminarlos, solo queda esperar un poco.
El trasplante de riñón o cualquier órgano es posible con el apoyo de muchísima gente realizando eventos, buscando asociaciones que te apoyen, la cosa es no deprimirse siempre tener la actitud de un ganador, que no te derrote la enfermedad tu puedes derrotarla con el apoyo de la gente, la cosa es buscarle por donde se pueda. Mi nombre es Leonardo Daniel y orgullosamente digo SOY UN HIJO CEMER,