¿Cuáles son los tipos de accesos vasculares para hemodiálisis?

Por 26 septiembre, 2018Dialicare
La hemodiálisis es la terapia de sustitución renal que tiene como objetivo realizar algunas de las funciones del riñón cuando éste no funciona adecuadamente. Consiste en extraer la sangre del cuerpo y a través de una serie de líneas y pasa a través de un filtro que ayuda a eliminar todas las toxinas (sustancias dañinas) del cuerpo.
Para realizar esta terapia es necesario que el paciente cuente primeramente con un acceso vascular que es la vía por la cual se extrae la sangre del paciente.

Existen tres tipos de accesos vasculares: CATÉTER, FÍSTULA E INJERTO.

Catéter

Consiste en un dispositivo tubular plástico que se inserta en una vena de gran calibre (generalmente la vena yugular, subclavia o femoral) que consta de dos lúmenes uno para extraer la sangre con toxinas (lumen arterial) y otro para retornar la sangre ya tratada (lumen venoso).
Este tipo de acceso se utiliza cuando se inicia la hemodiálisis, recomendando al paciente que en el transcurso de determinado tiempo (2-3 meses) se cambie de acceso vascular a una fístula o injerto, ya que el catéter tiene un mayor riesgo de infección y una vida media menor.
Se utilizan dos tipos de catéter: temporal tunelizados y no tunelizados.
Los catéter temporales no tunelizados tienen una vida media de semanas a meses y no se recomienda que se utilicen por más de seis meses. Se insertan directamente en la vena, por lo cual son más propensos a infecciones y retiros “accidentales” por mal cuidado por parte del paciente o mala fijación del catéter, generando en los pacientes mayor incomodidad. Los más conocidos son el Niagara y Mahurkar.
Los catéter temporales tunelizados, también llamado catéter permanente; se insertan primero debajo de la piel y luego se introducen en la vena, conocidos como “tunelizados” ya que se hace referencia al trayecto del catéter que queda debajo de la piel simulando un túnel, siendo una barrera que ayuda a evitar infecciones, aunque su vida media es mayor a los no tunelizados se recomiendan por un tiempo aproximado de 6 a 12 meses. Es el tipo de catéter que conocemos como Permacath.
Estos tipos de acceso son utilizados para el inicio de la hemodiálisis y es altamente recomendado que sólo se utilicen mientras se programa la colocación de un injerto o realización de una fístula.

Indicado también en pacientes que están próximos a trasplantarse.

Fístula

Considerada como la mejor opción para diálisis. Es la unión de una vena a una arteria del propio paciente que generalmente se realiza en el brazo a través de una cirugía menor. Los sitios más utilizados son a nivel de la muñeca y del codo. Se realiza en el brazo no dominante, se requieren en promedio 3 meses para que “madure” y se pueda utilizar para su terapia de sustitución renal. Durante el tratamiento se necesita insertar dos agujas en la fístula, una para extraer la sangre y otra para regresarla.

La tasa de infección es menor, se maneja mayor flujo de sangre lo que nos lleva a una hemodiálisis más eficaz. Su duración es de años.

Injerto

Bastante parecido a la fístula la diferencia radica en que se utiliza una prótesis o vena artificial para conectar la arteria y la vena del paciente. Estas prótesis se fabrican de material sintético, usualmente PTFE (Goretex). La localización más frecuente es en el antebrazo. Un injerto no necesita maduración como lo hace una fístula, pudiendo utilizarse en el plazo de 2 a 3 semanas.
Será en la prótesis donde se realice la punción de las agujas para la realización de su sesión de hemodiálisis.
Se utilizan mayormente en los pacientes que tienen sus venas pequeñas y no son candidatos a fístulas.

Al igual que las fístulas bien cuidadas pueden durar varios años.

Autor CEMER®