Raquel García

Por 26 septiembre, 2018Testimonios
Mi enfermedad comenzó a mis 19 años, antes de tener a mi hijo, yo entre a sala de urgencias, donde en el proceso de dar a luz me dio preeclamcia.
Después del parto, me dieron una de las peores noticias de mi vida..: Me detectaron Insuficiencia Renal Crónica. Debido al las presiones altas y a la posible IRC duré internada 25 días ya que no me podían bajar la presión y los estudios fueron demasiados para asegurarse de que el diagnostico médico fuera correcto y desafortunadamente los diagnósticos fueron correctos.
Lamentablemente yo no creí ese diagnóstico de los doctores y seguí mi vida normal en el que mi alimentación no era la adecuada para la enfermedad que tenía y debido a eso mi salud empezó poco a poco a deteriorarse, empezando primero por sentirme muy cansada y me dolían las piernas.
En ese tiempo mis papás me llevaron a hacer unos estudios en un laboratorio particular, y los resultados fueron que mis riñones ya estaban un poco dañados.
El doctor me dijo que me fuera atendiendo en el seguro (IMSS) para que me fueran apuntando en lista de espera y no llegar a empeorar pero la doctora del IMSS me dijo que no ocupaba trasplante, que si me cuidaba adecuadamente mis riñones tendrían mas tiempo de vida, y yo seguí con una alimentación normal a la de cualquier persona.
Pero yo me sentía cada vez más mal y en el mes octubre del 2013 se me hicieron unos estudios ya estando en el IMSS los cuales decían que el nivel de creatinina y urea en la sangre ya eran altas
Y me internaron para ponerme el catéter peritoneal para la diálisis. Mientras yo estaba internada a mi mamá le recomendaron un homeópata que decían que era muy bueno, dure 2 días internada y un día antes que me pusieran el catéter, mi esposo me saco del hospital para llevarme al homeópata.
Al día siguiente de que me sacaron mi mamá me llevo con él y le dije todo lo que sentía y me dio varios goteros que prontamente hicieron efecto porque me empecé a sentir un poco mejor, me empecé a mejorar  poco a poco y así dure 6 meses, en el transcurso de esos 6 meses el nivel de creatinina bajaba, pero de un día para otro me comencé a sentir mal otra vez, los malestares ya eran más, calambres, dolor de piernas, hinchazón de piernas, presión alta, dolor de cabeza y todas las mañanas nauseas y a veces vómito como pura espuma y poco a poco dejaba de orinar.
Debido a los malestares regrese al tratamiento del seguro, al hacerme los estudios ya tenía los niveles de creatinina más altos, por lo cual en noviembre del 2014 me dieron cita para el 16 de enero del 2015, para ponerme el catéter de la diálisis peritoneal.
Pero el día 6 de enero estaba haciendo los quehaceres rutinarios de la casa, cuando me empecé a sentir mal, empecé a escuchar un zumbido en el odio derecho, por ese mal estar me acosté un rato creyendo que cuando me levantara me sentiría mejor.
Pero el malestar no se me paso, ese día aún estaba dentro de lo que cabe bien porque partí la rosca de reyes con mi familia.
Yo le comente a mis papas y a mi esposo de mi mal estar, a mi mama le habían recomendado un doctor que podía darme mejor tratamiento. Dr. Librado de la Torre.
Al despertar el día 7 yo ya estaba muy mal ya que deje de escuchar de mi oído derecho, vomitaba espuma y ni siquiera me pude levantar de la cama. Entonces mi mama saco rápidamente la cita con el Dr. Librado, ese mismo día me llevaron a las 6 de la tarde. Cuando llegue el doctor me dijo que yo necesitaba de urgencia que me colocaran un catéter para empezar el tratamiento de la hemodiálisis, pero en ese momento no tenía material, y me cito al siguiente día para colocarme el catéter.
Mi tratamiento de hemodiálisis comenzó el día 8 de enero del 2015 en ese hospital (Puerta de hierro sur) me hicieron 6 sesiones. Con las cuales me comencé a sentir muy bien.
Después seguí el tratamiento en el IMSS, pasaron 6 meses en donde las hemodiálisis ya no me hacían sentir bien, cada vez salía mas cansada del tratamiento y aunque me sacaban agua acumulada aun me sentía muy hinchada. En el mes de junio acudí 3 veces a urgencias por fuertes dolores de cabeza ocasionadas por la presión alta y dificultad para respirar cada que me acostaba.
Me tomaron una radiografía de tórax, en el cual presentaba que mi pulmón izquierdo tenia agua.
Al siguiente día fui a mi tratamiento y salí muy mal pero yo no quería que me dejaran internada, lo único que quería era descansar. Me acosté a dormir y me comenzó un dolor de cabeza muy fuerte, y no podía respirar, desperté a mi esposo y le dije que me sentía mal, me levante a hacer del baño y ahí sentí mareos y me caí y ya no supe nada de mí. Mi esposo me levanto y me puso en la cama y fue rápidamente a hablarle a mi hermana y a mis papás me empezaron a dar convulsiones y después de una le marcaron rápidamente a la cruz roja en lo que llegaban me dio otra convulsión y en lo que estaban los paramédicos conmigo me dio otra. Me llevaron de urgencia al la sala de urgencias de la clínica 110 en donde me dio otra más al llegar a la sala.
Ya estando ahí me tuvieron que sedar e intubarme para poder controlar las convulsiones, y me  sacaron el agua del pulmón, dure internada 16 días de los cuales 14 estuve intubada.
Los doctores me diagnosticaron un paro cerebral y neumonía, por tanto no podían decirle a mis familiares si estaría bien al despertar y si no quedaría secuela alguna.
Al despertar no tuve problema alguno, solo que por las convulsiones mi pie derecho quedo afectado por que el músculo me dolía demasiado al punto de no poder caminar por el dolor. Por lo tanto dure en silla de ruedas casi 2 meses.
Después de eso volví a ir con el Dr. Librado y me dijo que me tenía que operar, yo tenía 3 posibles donadores, mi mama, mi hermana, y mi esposo, el doctor me dijo que la persona más adecuada era mi esposo, comenzamos a hacer el protocolo el cual nos llevó aproximadamente 20 días, después de eso el doctor ya tenía todos los estudios y nos internaron el día 3 de septiembre del 2015.
La operación se realizó el día 4 a las 5 pm.  La operación salió muy bien, en los primeros 2 días los niveles de  creatinina bajaron a lo normal y lo resultados de mis estudios cambiaron totalmente, teniéndolos como una persona normal
Y le doy muchísimas gracias a dios por este gran milagro y gracias a todas las personas que estuvieron conmigo se los agradezco de todo corazón  a mi papa a mi mama mi hermana Lupita,  toda mi familia, amigos, y a muchas mas personas que estuvieron conmigo, al Dr. Librado de la torre, al Dr. Juan Luis Contreras y a su maravilloso equipo que siempre estuvieron al pendiente.
Y  a mi esposo que fue el donador y hizo que mi calidad de vida fuera mucho mejor.
Por eso todas las personas que duden o que estén mal informadas, no tengan miedo, acérquense con una persona especializada para que les informe bien, el donar un riñón le puede salvar la vida a una persona y eso es un acto que Dios se los pagara, y la vida del donador seguirá siendo la misma.
Gracias, Dr. Librado de la Torre y  Dr. Juan Luis Contreras porque me apoyaron y estuvieron al pendiente de mi enfermedad, gracias a su trabajo yo ahora soy una persona con una muy buena calidad de vida.
Que Dios los bendiga siempre. Y recuerden; Para Dios no hay imposibles.

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