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Testimonios

Guadalupe Medina Ureña

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Ella es Guadalupe Medina Ureña y su mamá la señora Leonor, quien le dió vida por segunda vez al donarle un riñón.

Lupita va a cumplir el próximo 20 de abril un año de trasplante. Está por terminar la ingeniería en Mecatrónica en Uruapan, Michoacán, de donde es originaria.

«Llevo una mejor y hermosa vida, me siento muy agradecida con el Dr. Librado por hacer el esfuerzo para poder operarme, al Dr. Juan Luis , le agradezco los consejos, por ayudarme y el buen trato que tiene y por contestar todas mis preguntas. A las personas que necesitan ser trasplantadas les digo que no tengan miedo, que se informen de la enfermedad y que no se basen en los mitos, vengan aquí y no se asusten, la enfermedad renal es cara por donde la veas y lo mejor es tratarse en donde sabes que te van ayudar. Aquí es un buen lugar»

Yuset Barrientos Gutiérrez

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Ella es Yuset Barrientos Gutiérrez.

Yuset fue trasplantada el día 18 de agosto del año 2016, su suegra la señora Bertha Padilla Zavala le donó un riñón.

«Primero diría que la doctora Bertha Alicia de la Torre Campos, me devolvió la esperanza para seguir con vida, fue mi luz, siempre le voy a agradecer a ella, mi amiga, por estar a mi lado.

Después, los doctores Librado y Juan Luis me ayudaron a seguir adelante, dándome la oportunidad para trasplantarme, y hasta el día de hoy no me han dejado sola, son los mejores en lo que hacen. A mi suegra, a mi familia, les agardezco todo su apoyo y amor, no hubiera sido posible sin todos ellos, ¡muchas gracias por brindarme esta nueva vida!

A las personas que pasan por esta terrible enfermedad, les diría una frase que hasta el día de hoy me ayudado en todo este proceso, dicha por mi amiga la Dra. Bertha, «el que se escuche complicado, no quiere decir que sea imposible». Nunca, por nada, pierdan la fe».

Gilmar Silva Vázquez

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«Soy Gilmar Silva Vázquez, tengo 23 años de edad, soy originario de Tuxpan, Jalisco y estudio una carrera en Ciencias de la Salud.

Me detectaron IRC en el mes de septiembre del año 2017, el diagnóstico fue hipoplasia renal bilateral e hipertensión arterial.

Por optar usar remedios caseros y soluciones alternativas, que en lo personal, no mejoraron en nada mi salud, mi función renal decayó bastante; a tal grado que el día 23 de noviembre de ese mismo año, tuve mi primera sesión de hemodiálisis.

Duré un año y medio llevando el tratamiento de hemodiálisis, fue una batalla muy difícil, donde puse a prueba mis capacidades, mi disciplina y sobre todo, mis ganas de salir adelante.

Comencé a buscar opciones, hasta que conocí al equipo de #CEMERUNITAE como una alternativa para trasplantarme. En otros lugares me habían dicho que yo no era candidato a un trasplante renal y retrasaron el trámite para el protocolo, deteriorando mi salud y cerrando la posibilidad de mejorar mi calidad de vida.

Quiero externar mi agradecimiento hacia con Dios, a mi familia, en especial a mi mamá que estuvo en todo momento conmigo, a mi papá que se convirtió en mi donador de riñón, y sobre todo a todas las personas que se unieron y me apoyaron en mi hermoso pueblo de Tuxpan y sus alrededores.

Gracias por supuesto al gran equipo de CEMER-UNITAE, especialmente al Dr. Librado y al Dr. Juan Luis.

¡A todos muchísimas gracias! 😊

La fecha en la que volví a nacer es el 28 de mayo del 2019. El día de mi trasplante renal. Y bendito Dios, me encuentro mejor que nunca».

Elida Núñez Treviño

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Mi nombre es Elida Yazmin Núñez Treviño, tengo 27 años. Soy originaria de la Barca Jalisco y  soy trasplantada renal.¨Nunca pensé que ser fuerte era una opción”, pues de niña siempre me la pasé enferma, infecciones, gripas, pero sólo era por temporadas. Tuve una muy bonita infancia y adolescencia esa racha sólo fue de pequeña, pues agarré defensas y todo parecía ir de maravilla.Pasaron grandes años, en los cuales culminé mi universidad y empecé a trabajar, cumplí mis metas, pues ya tenía mi trabajo y estaba con la persona que quería pasar el resto de mi vida, así que decidimos casarnos en diciembre del 2012 (mis sueños cumpliéndose). Pasaron 6 meses más o menos, cuando empecé con dolores fuertes de cabeza y  me sentía con mucha taquicardia (siempre supuse que era por estrés y por llevar una vida sedentaria) sólo tomaba una pastillita que me auto medicaba para migraña me dormía y listo según yo ya con eso. Nunca hice por checarme pues siempre el trabajo era primero.Con el tiempo decidimos  agrandarnos como familia pues queríamos un bebé. Duré tiempo esperando, y nada. Suponía que era por estrés también de trabajo: así seguí así hasta que en enero me dieron la noticia más bonita, que estaba embarazada y por fin llegaba alguien más para complementar mi hermosa familia, era tan bonito que lloramos de felicidad, y corrimos a decírselos a nuestros padres , y ¡a todo mundo! era la mayor bendición. Sólo pasó una semana de felicidad cuando en estudios de chequeo resultó que estaba tirando proteínas y tenía que ir pronto con un doctor especialista, pues los doctores de mi trabajo desconocían el procedimiento de llevar a una embarazada con problemas renales (que para ese entonces nadie me decía que tenía IRC por cómo podría reaccionar). Me tuve que mover a mil lugares. En Guadalajara, Ocotlán, La Barca, Civil viejo. Iniciaron por aceptarme en IMSS Ocotlán.  (Ahí inicié mi lucha constante por nuestra vida, y por las malas noticias que siempre daban). Lo único que me decían era que no era para tanto, que no ocupaban enviarme a centro médico, la ginecóloga sólo al hacerme eco veía y decía ¨pues está vivo a ver cuánto dura¨ cada comentario me daba más fuerza y rabia a la vez. Pues entre peleas que me aventaba y discusiones y exigencias que les pedía me enviaron por fin a Centro Médico en donde me internaron por una semana. Al segundo día me explicaron que para ayudarme tenía que iniciar sesiones de hemodiálisis, pues mi riñón tenía poco de función renal y no quería que se dañara más,  me dio un miedo lloré y les dije que no, que me alimentaría muy bien para que no pasara eso, (pero sabían que con eso no bastaba) así que en mi cuarto me pusieron un catéter yugular, la verdad rece tanto porque no me lastimaran. Gracias a dios pasó media hora y ya tenía mi catéter, lista para iniciar mis secciones. Una ambulancia iba por mi y otra chica embarazada, para ambas era nuestra primera vez (siempre creí que era la única, pero realmente habíamos muchísimas con esa situación). Los familiares que estaban en espera de sus pacientes en hemodiálisis  nos dieron mucho apoyo, pues nos dijeron que no dolía que no se sentía nada al estar en la máquina, que no tuvieras miedo que todo estaría muy bien, y así fue. Nunca sentí nada, sólo me hacía sentir mejor con más energía y mucha hambre. Pues así pasó el tiempo tuve que mudarme a Guadalajara, pues tenía sesiones cinco veces por semana por 4 horas. Pesadísimo pero aún así pude acoplarme al drástico cambio y seguía positiva y feliz por mi bebé.. Hasta que llegó el drástico día que jamás pensé que sucedería pues siempre lleve un embarazo ¨bueno¨ ¡inicie trabajo de parto! Si sólo tenía 6 meses, empecé sangrado, líquido todo, nos fuimos de urgencia para Ocotlán, llegue y rápido me metieron pues ya tenía 10 de dilatación, pero era más el sangrado, hasta que me sacaron todo  los coágulos pude cerrar e imploraba que me enviaran a Guadalajara pues la doctora siempre me decía que no sobreviviría y mi bebé aún latía, ¡ella quería vivir! Tanto exigí que llegó la ginecóloga que me atendía de antes y ni si quiera pudo verme sólo la escuche que dijo -Ay no pobrecita, mándenla a Guadalajara no creí que su bebé pudiera lograrse-. Y así fue me enviaron a Guadalajara. Llegué y empecé las contracciones pese que padecía presión alta jamás me dio preclampsia, ese día lo recuerdo como un sueño que jamás quisiera vivir de nuevo.Entré a zona de parto dicen que mis gritos se escuchaban hasta afuera, creo que eran de impotencia porque ella estaba muriendo dentro de mí, y apenas estaban haciendo algo por ayudarnos. Todo pasó tan rápido me regañaban aún con la situación porque a fuerzas quería operarme para no tener más bebés. La verdad estaba tan furiosa que sólo les dije que si no hicieron nada por sacar a mi bebé, no permitiría que me abrieran para operarme, por fin me pusieron anestesia y mi bebé salió. Era una hermosa NIÑA. No pude verla, no sé por qué, sólo lloré y lloré, nada creía, de verdad nada creía. Hasta que se la llevaron la enterraron y pasaron días que yo no me sentía bien. ¡Creí que jamás lo superaría!Me quitaron el catéter y mucha cantidad de  eritro pues sólo quedé en 7 de hemoglobina, pero nada era igual sin ella. Aún así después de mi duelo que fue más de un año en psicólogo y en mil cosas para enfrentarlo.  Nunca creí volver a sonreír y a ser feliz. Pero poco a poco fuimos saliendo adelante, entendiendo las cosas que me pasaron. Sólo me quedé con la idea que ella “fue un ángel que llegó para salvarme¨ pues yo no sabía de mi enfermedad hasta que llegó ella.Después de este proceso nada fácil, entre altas, bajas y mucho crecimiento personal. empezó otra etapa, pues fue la de cuidados pre-diálisis la alimentación, ir al nutriólogo pues también tenía que cuidar mi poca función renal, así que empecé a cuidarme; llevaba una buena alimentación, mucha fruta y verdura. Tenía que estar bien y sana, sabía que tenía dejar sal, azúcar comer cosas bajas en potasio, fósforo y así fue; por lo cual también  empecé a buscar a  los mejores doctores para que me ayudaran con mi enfermedad y en internet encontré a un gran doctor, era Librado de la Torre,  lo vi también en televisión y lo investigué y supe que con él estaría en excelentes manos; saqué mi cita y fue excelente me explicó todo el proceso y recuerdo que le dije ¡yo me trasplantaré con usted!,  sabía que era el mejor. Y así pasé casi un año con él, a su cuidado.  En ese tiempo también se inició mi protocolo de trasplante, ya que gracias a dios mi gran hermano mayor sería mi lindo salvador. Claro que nunca fue fácil ni para mis padres ni para mi hermano el aceptar todo este proceso,  pero agradezco a Dios que siempre estuvieron al pie del cañón apoyandonos.En ese tiempo de nuevo empecé con mil síntomas de mi enfermedad, ascos, vómitos, diarrea, hasta que llegó el punto de que ya no retenía nada todo devolvía. Fuimos de urgencia y si rápido el Dr. Librado me puso mi catéter e inicié mis sesiones de hemodiálisis. La verdad no quería pasar por lo mismo de nuevo tenía miedo, pero nunca fue igual me daban tanta confianza todo el personal de CEMER, que no tenía de que preocuparme nunca de nada, sólo de alimentarme muy bien, duré casi 5 meses en hemodiálisis.Hasta que se llegó mi gran día el 30 de enero 2017,  mi fecha de trasplante, tuve que cuidarme más pues no tomaba casi nada de agua, ni comía muchas verduras y frutas altas en potasio y fósforo, sabía que ya era tiempo, pero la verdad es muy difícil pues se cierra el mundo pero sabía que era por un bien mejor. Así me fueron preparando y no digo que fue fácil pues me moría de sed pero entendía que sólo faltaba poco hasta que llegó el gran día.La verdad agradezco tanto a familiares, amigos, conocidos y hasta desconocidos míos. En verdad  no cabe duda que la oración y la fe en nuestro Dios ayuda mucho. Tantas cadenas de oración y misas por la salud mía y de mi hermano. Mucho apoyo moral y eso en verdad lo valoro muchísimo, ese día me sentía tan bendecía que no tenía miedo de lo que vendría y más porque estábamos con los mejores doctores del país. Tuve la oportunidad de rezar antes de entrar a operación por nuestra salud y por los doctores que estarían con nosotros. Y así fue. Me dicen que duramos 4 horas adentro y yo sólo dormí y mi hermano igual. Salimos y nuestros familiares estaban esperándonos y yo sólo salude a todos y me dormí. Estuve aislada esos días pero en verdad fue una experiencia muy buena y más la atención de enfermeras y doctores, 24 horas al pendiente de cada trasplantado. Agradezco a los doctores que nos intervinieron al Dr. Librado de la Torre y  Dr. Juan Luis Contreras y a  los demás, anestesiólogos, urólogos, enfermeros,  todos y cada uno forman parte de esta nueva vida que estoy pasando. Pero más agradecida con el gran corazón de mi hermano que realmente gracias su altruismo y amor por mí le permitieron dar parte de su cuerpo para que yo pudiera seguir aquí contando mi historia y pudiendo sonreír de nuevo a la vida y a las situaciones  que me faltan por vivir.Siempre enfrentemos las cosas con positivismo, por muy difícil que sea, ¡Aprendí que Dios da las peores guerras a sus mejores guerreros!, y que ¡nunca da más de lo que no puedas soportar! Siempre busca la salida a esas puertas  que se te cierran siempre estará el sol detrás de esa obscuridad, hoy estoy viva, e iniciando nueva vida. ¡Siempre se podrá superar cualquier adversidad si te propones a luchar por lo que quieres! Ánimo.
ATTE: Elida

Paola Gómez Gutiérrez

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Soy Paola, tengo 21 años de edad y mi caso de insuficiencia renal empezó el día 20 del mes de octubre del año 2014, cuando fui a un chequeo en el que tenía varios síntomas de una infección y el doctor me mando con un nefrólogo de Aguascalientes a checarme.

Al estar con el nefrólogo me checó, me hizo estudios de orina y me dio un medicamento en base a polvos para limpiar mis riñones y matar la infección que me ayudarían a estar bien.  Al pasar la semana volví a ir a cita, pero al doctor se le preguntó que si no tendría problemas del riñón puesto que tengo familiares con insuficiencia renal y si era necesario un ultrasonido o algún otro estudio para verificar que mis riñones funcionaran bien, a lo que el doctor respondió que con el estudio de orina y de sangre se verificaba esa enfermedad y el resultado de los estudios era que ya no tenía infección, ni problemas del riñón con lo cual todo estaba en orden.

Después de eso todo era normal hasta el 5 de diciembre 2014 que empecé a sentir cansancio  pero creí que era por falta de descanso puesto que trabajaba en un consultorio médico, brindaba mis prácticas profesionales en un preescolar, la elaboración de mis tareas e ir a clases; el 15 de enero del 2015 empecé con  síntomas de gripa los cuales eran: ojos llorosos, flujo nasal y el cuerpo cansado, me checaron y dieron medicamento por parte de uno de los doctores con el que trabajaba, más sin embargo, el 19 de enero del 2015 empecé con vómito y diarrea por lo cual el doctor con el que trabajaba me dijo que tenía una infección en el estómago, me recetó medicamento para pero no me ayudó de mucho ya que cada día me sentía más mala y decaída hasta que mi papá me observó muy delgada y decidió hacerme un estudio de todo en el que se me hizo dos veces para confirmar el resultado según lo que dijo el químico.  Al checarlo el doctor me mandó hacerme estudio de mis riñones para descartar que yo tuviera riñones infantiles, al ir al ultrasonido, se tenía que tomar bastante agua, pero no pude ya que la vomitaba toda y me lo elaboraron con la que yo aguantara sin vomitar.

Me mandaron a Aguascalientes con el mismo doctor que me había tratado la infección y el día 26  de enero del 2015 al estar con él me checó y observó los estudios en donde me elaboró otros análisis en los cuales me dio la noticia que tenía insuficiencia renal y mis riñones sólo funcionaban un 5% y me comentó que necesitaba un trasplante. Al saber la noticia fue muy impactante y dolorosa puesto que el doctor empezó hablar de lo que costaba y que en mi caso tendría que ser lo más pronto posible. Mis papás hablaron con él a solas, cuando entre el doctor me dio demasiados medicamentos que eran los que necesitaba para establecerme para la operación, en lo cual empezó a brindarnos el conocimiento de lo que era necesario ya que si no se contaba con un donador vivo se tendría que inscribir a la lista del seguro para esperar un turno de algún donador fallecido.

Mi papá se ofreció para donármelo en el que se le realizó una radiografía y salió que tenía un pequeño quiste en el riñón y se descartó como donador, con lo cual mi hermana se ofreció a donármelo. Se elaboraron los estudios para la operación y salió que estaba todo bien para una operación puesto que ambas pacientes nos encontrábamos en perfectas condiciones, pero cada vez yo me ponía más mala y debían pasarme a hemodiálisis a causa de que yo ya no podía caminar así como también me encontraba decaída al no poder comer casi nada. Al llevarme a poner el catéter me puse muy mala puesto que me bajó la presión además de que traía otros problemas, por lo que se tuvo que indicar que pusieran suero para restablecerme un poco.   Al llegar a hemodiálisis el primer día, el doctor indicó que me trajeran jugo de naranja con lo cual me dio diarrea en el que me bajó el sodio y consecuencia de ello me dieron convulsiones muy fuertes puesto que perdía el total conocimiento de mi misma y de los demás.

Las sesiones en hemodiálisis fueron muy agresivas para mi cuerpo ya que me bajaba mucho la presión, tenía temblor de frio en las máquinas, dolores de cabeza y cuerpo a lo cual le ponían medicamento a los filtros que limpiaban mi sangre pero sólo disminuían un poco el dolor. Es por ello que se indicó que mi operación fuera lo más rápido posible.

El 16 de febrero del 2015 a las 4:00 pm se realizó la primera operación de mi trasplante donado por mi hermana en lo cual en la noche estuve en terapia intensiva. No obstante, sufría de dolores muy fuertes en la herida por lo que se me checó y se hizo un ultrasonido así como también otros estudios en la cirugía para observar el riñón en el que se me tuvo que volver a pasar a operación de inmediato. Al salir de ambas cirugías, se estuvo checando todo para observar cómo estaba, pero el doctor no me decía nada de mi operación ni de mi riñón a lo cual yo creía que estaba todo bien. Al pasar el tiempo, se me dio de alta y reposo en casa nada más, pero yo sólo veía a mis papas y familiares tristes por que no se sabía el motivo.

Al ir a otra clínica de hemodiálisis -ya que  mis papás ya no estaban a gusto con el doctor anterior y diversas cosas- el doctor que estaba encargado de los pacientes de la clínica, me dijo que yo había perdido el riñón y me explicó que el resultado que se le había hecho al riñón de mi hermana en donde decía que no tenía rechazo de mi cuerpo, pero tenía trombosis de la vena renal y una infección en el catéter a lo cual se detectó por medio de un hemocultivo y se retiró dicho catéter infectado  y se tuvo que instalar otro para que el proceso de hemodiálisis estuviera en buenas condiciones.

Al estar en la clínica de hemodiálisis, fue un cambio repentino en mi vida ya que cada vez me reponía más tanto en el aspecto físico como en el aspecto emocional. Cabe resaltar que en la clínica contaba con una nutrióloga, doctora que me checaba en todos mis avances, con una enfermera que llevaba mi control de peso, músculo, agua acumulada y con laboratorios mensuales. El medicamento que necesitaba era muy poco, pero me ayudaba de tal manera que me sentía muy bien y a gusto; lo mejor era que en la máquinas de hemodiálisis no tenía problemas de ningún tipo puesto que ya no tenía la infección en el catéter y eso ayudaba a que me sintiera bien, con ello ni me daban malestares o dolores en mi cuerpo.

En el transcurso del tiempo nos intentamos de informar de algún nefrólogo que pudiera atender mi caso, en el cual mi papá comentando lo que me había sucedido con uno de sus amigos de una farmacia, quien nos brindó el número y dirección del consultorio médico de un nefrólogo de Guadalajara con el nombre de Dr. Librado de la Torre, quien es sobrino del amigo de mi papá. De inmediato se le habló para la realización de una cita.

Al estar con el Dr. Librado, le presentamos mi caso, observó los estudios previos que tenia de la primera operación y de los resultados hechos de análisis de hemodiálisis elaborados un día antes de la cita, el Dr. Librado nos dio las opciones que habían para mi caso y nos habló claro de todo lo que conllevaba mi operación y sobre quién sería el donador, a lo que mi papá respondió que él quería  ver si era apto para donármelo puesto que ya lo había descartado el otro doctor, por lo que se decidió que primeramente se analizaría  mi caso y lo platicaría con el equipo de trabajo de la cirugía y al tener una respuesta me hablarían. A la semana me habló el Dr. Librado en el que nos tendríamos que hacer los estudios puesto que si me podrían operar, en el que se realizaron y se concluyó que mi papá si era compatible conmigo además de que estaba en perfectas condiciones para ser el donador.

El Dr. Juan Luis Contreras junto con el Dr. Librado de la Torre, nos fueron explicando lo que era mi caso y cómo sería mi operación; asimismo me dijeron que hablarían cuando hubiera lugar en el quirófano para llevar a cabo la operación a la siguiente semana. El día martes me hablan que había lugar el jueves o viernes de la misma semana, en el que se me sugirió que lo pensara y platicara con mi familia a lo cual concluimos en operarme el viernes 4 de Septiembre del 2015.

Se le habló al Dr. Librado en donde de inmediato nos brindó las indicaciones correspondientes a lo que se tenía que hacer para trasplantarme el riñón. El 3 de septiembre del 2015, se llegamos al hospital “Puerta de Hierro Sur” en el que se me dieron indicaciones de lo que se tenía durante la preparación para el trasplante de riñón, puesto que era la primera que se operaría a primera hora. Cabe señalar que yo estaba muy nerviosa pero confiaba en el Dr. Librado al haber explicado todo el proceso que se haría. El día 4 de septiembre del 2015 se llevó a cabo mi operación el cual fue todo un éxito.

Al estar en terapia intensiva,  cuando recuperé el sentido, me sentía muy bien, un poco adolorida pero todo normal. Se me tuvo en observación y chequeo en todo momento en cuanto a mis avances, con ayuda de los enfermeros quienes tenían todo el día a mi disponibilidad por alguna molestia e indicaciones de medicamento a tomar. El día que se me dio de alta fue muy satisfactorio para mí, ya que padecía aburrimiento al estar en un cuarto solo, con pocas visitas por tratarse de una operación solamente con mi enfermero. Cabe enfatizar que de ahí en adelante, he tenido chequeo médico con el Dr. Librado en cada cita correspondiente dependiendo del mejoramiento y aceptación del injerto en mi cuerpo en el que cada vez me he sentido muy bien.

Alejandro Martin

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Hola, yo soy de San Juan de los Lagos, quiero darles mi testimonio de lo que a mí me paso, yo tuve la enfermedad de insuficiencia Renal. Yo le doy Gracias primero que todo a Dios, a la Vida, a los Doctores que me atendieron, Dios me quiso dar otra oportunidad! y a mi hermana que pudo ser compatible para darme su Riñón.

Esta enfermedad es muy triste y muy cruel! Sufres por la enfermedad y porque vas viendo como tu vida se está perdiendo lentamente y cuando te dicen los doctores que tu vida va a volver a ser como antes si te operan y te ponen otro riñón, te dan Esperanza!.

Por eso yo quiero pedirles a todas las personas que tengan a algún familiar con esta enfermedad, ¡¡Ayúdenlos!! para que puedan vivir!!!!!

NO les va a pasar nada y a ustedes Dios los recompensara!!!!.

Eduardo Hernández

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Hola mi nombre es Eduardo Hernández Esparza, presenté los síntomas de insuficiencia renal a la edad de 19 años, fue ahí donde la vida dio un giro inesperado y doloroso para todos los miembros de mi familia y gente cercana.

Por parte de mi familia tuve una atención rápida y en 2 meses recibí un primer trasplante de riñón el cual parecía haber sido un éxito mas no fue así, se perdió el injerto y comenzó una gran lucha durante 10 años entre diálisis y hemodiálisis donde durante todo ese tiempo tuve varias complicaciones, una de las más dolorosas fue la ruptura de tendones en ambas rodillas por lo que necesite cirugía, fueron días y meses difíciles ya q no me podía valer por mi mismo.

Fue ahí cuando recurrimos a buscar la opinión del Dr. Librado, el cuál me vio con una gran posibilidad de un nuevo trasplante, situación que me habían negado por 10 años en la Institución en donde me atendían, esto derivado al mal diagnóstico que para ellos presentaba mi caso de un segundo trasplante. Comenzamos protocolo con la seguridad y confianza que todo el equipo formado por el Dr. Librado y el Dr. Juan Luis Contreras nos dieron, y fue ahí donde un gran problema apareció, un tumor en el paladar, momentos de desesperación y mucha incertidumbre ya que pues todo parecía que ahí quedaría. Se analizó el tumor y gracias a Dios no fue malo y era originario por la misma insuficiencia renal. Dan luz verde al protocolo y pues al encontrarnos a una gran persona que decide donar su riñón se hace la cirugía y aquí estoy platicando mi historia, muy contento y con todas las ganas de seguir viviendo.

Agradecidos con los médicos del equipo CEMER, la persona que me donó el riñón, mis familiares y amigos que siempre estuvieron conmigo y por supuesto con DIOS que nunca me abandonó.

La oportunidad de un trasplante de riñón a mi me enseñó que existe mucha gente buena en la tierra y es por eso que jamás olvido la lucha que inicié a los 19 años, por que aunque ya no duela todo lo pasado, cada cosa que me sucedió me dejo una gran lección. Cuídense, ¡¡Dios los bendiga!!
Y…… LA VIDA ES BELLA.

Gracias Dr. Librado de la Torre, Gracias Dr. Juan Luis Contreras, Gracias CEMER!!!!!

Leonardo Daniel García Estrada

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¡Hola! Mi nombre es Leonardo Daniel García Estrada y padecí IRC durante 23 años, el motivo por el cual la desarrolle fue debido a que mi nacimiento no fue a término es decir nací de 8 meses entonces mis riñones no se desarrollaron por completo por lo cual al momento de mi nacimiento me mantuvieron en una incubadora pero a las horas de ingresarme los doctores notaron que me estaba hinchando así que realizaron estudios y comprobaron que mis riñones no estaban funcionando, así que optaron por la solución mas rápida posible, diálisis peritoneal ¿pueden imaginarlo? ¿Un bebe de tan solo horas de nacido con un tratamiento tan pesado?

Afortunadamente solo necesite una para que por un milagro mis riñones comenzarán a funcionar, no a toda su capacidad pero fue un 80% lo cual es bastante un porcentaje aceptable de función renal. A la semana que estuve en la incubadora la vida me dio un golpe bastante duro para mis papás, me dio un paro cardiaco, mi padre estaba en a sala de espera cuando una doctora pregunto cómo me iba a llamar puesto que “no iba a lograr salvarme” pero la vida da muchas vueltas y sobreviví al paro, esa fue mi segunda oportunidad de vivir.

Durante los próximos 21 años estuve bajo control con vitaminas solamente y chequeos cada 6 meses aproximadamente, pero cuando cumplí 21 años y 6 meses  todo se complicó de nuevo, mis riñones me dieron 21 años de vida de los cuales estoy muy agradecido con ellos, pero toda lucha tiene su final y ese fue el inicio del final de la vida de mis riñones, estuve ingresado de urgencias en el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde debido a que mis riñones ya no funcionaban, llegue con una anemia muy severa, fue cuando los doctores me dijeron que necesitaba un tratamiento sustitutivo (diálisis peritoneal) pero antes tenían que regularme la hemoglobina ya que tenia 4.3, el doctor en turno me dijo que si hubiera llegado un día o dos después me hubiera dado un paro al corazón y con esos niveles de hemoglobina no hubiera resistido, entonces fue cuando acepte el tratamiento sin conocer que seria de mi después, cuando por fin me dieron de alta aún no teníamos listo el cuarto especial así que debía volver apara los recambios y así fue solo que esta vez ingrese a la clínica 46 del seguro social donde me estuve tratando en peritoneal durante un año, ese año fue muy pesado para mi como para mis familiares ya que ingresaba mínimo una vez al mes por infecciones en el peritoneo.

En enero de 2015  mi hermana contacto con el Dr. Librado quien a pesar de que estaba en peritoneal me atendió y me estabilizo durante 6 meses mientras yo seguía en peritoneal, cuando llegó julio de 2015 me comento que ya era tiempo de pasar a hemodiálisis, yo inmediatamente acepte el tratamiento pues me sentía muy mal con peritoneal, en cuanto tuve mis primeras sesiones de hemodiálisis comencé a sentirme mejor, fue cuando conocí al equipo del doctor Librado, debo decirlo, el mejor equipo de médicos, enfermeras, todo, todo su equipo le debo tanto de que yo esté aquí escribiendo esto.  Dure un año en hemodiálisis y debo decir que durante ese año no me había sentido tan bien y cómodo pues ya podía realizar más actividades y ya tenía más energía, sin mencionar que ya no tuve que ingresarme en el hospital tantas veces.

Así que en cuanto entre en hemodiálisis fue el momento para empezar a moverme para recaudar fondos para mi trasplante, realizando eventos, rifas venta de gelatinas y demás cosas fui juntando poco a poco pero no era suficiente fue en ese momento que el Dr. Librado me dijo que contactara con el apoyo de la asociación llamada “Un riñón Una vida” fue aquí donde todo fue facilitándome un poco mas ya que gracias a su apoyo con eventos, recaudación de fondos por medio de pulseras que me donaban para venderlas, incluso participe en el evento anual de trasplantados de CEMER para juntar aun más dinero, fue ahí donde conocí a muchísimas personas trasplantadas muchos jóvenes que me apoyaron con sus anécdotas y que ahora son mis amigos, en conjunto con ellos y el apoyo de amigos conocidos e incluso desconocidos se logró el trasplante, tenía mucha confianza en mis doctores pero aún así estaba algo nervioso pero feliz después de despertar de la anestesia. 48 hrs después aproximadamente sentí el enorme cambio de  tener un riñón nuevo, conforme fueron pasando los días yo me iba sintiendo mucho mejor, una semana después llegó el momento de regresar a casa yo estaba muy nervioso por los cuidados y los medicamentos pero conforme pasaron los días me acostumbraba a esta nueva vida y ahora un mes después me siento de maravilla cada que voy a cita me dan excelentes noticias mi riñón esta en excelentes condiciones y yo feliz, no puedo esperar para comenzar con todos mis proyectos de vida, pero para eso faltarán algunos meses, pero llegaré a comenzar y terminarlos, solo queda esperar un poco.

El trasplante de riñón o cualquier órgano es posible con el apoyo de muchísima gente  realizando eventos, buscando asociaciones que te apoyen, la cosa es no deprimirse siempre tener la actitud de un ganador, que no te derrote la enfermedad tu puedes derrotarla con el apoyo de la gente, la cosa es buscarle por donde se pueda.  Mi nombre es Leonardo Daniel y orgullosamente digo SOY UN HIJO CEMER,

Raquel García

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Mi enfermedad comenzó a mis 19 años, antes de tener a mi hijo, yo entre a sala de urgencias, donde en el proceso de dar a luz me dio preeclamcia.
Después del parto, me dieron una de las peores noticias de mi vida..: Me detectaron Insuficiencia Renal Crónica. Debido al las presiones altas y a la posible IRC duré internada 25 días ya que no me podían bajar la presión y los estudios fueron demasiados para asegurarse de que el diagnostico médico fuera correcto y desafortunadamente los diagnósticos fueron correctos.
Lamentablemente yo no creí ese diagnóstico de los doctores y seguí mi vida normal en el que mi alimentación no era la adecuada para la enfermedad que tenía y debido a eso mi salud empezó poco a poco a deteriorarse, empezando primero por sentirme muy cansada y me dolían las piernas.
En ese tiempo mis papás me llevaron a hacer unos estudios en un laboratorio particular, y los resultados fueron que mis riñones ya estaban un poco dañados.
El doctor me dijo que me fuera atendiendo en el seguro (IMSS) para que me fueran apuntando en lista de espera y no llegar a empeorar pero la doctora del IMSS me dijo que no ocupaba trasplante, que si me cuidaba adecuadamente mis riñones tendrían mas tiempo de vida, y yo seguí con una alimentación normal a la de cualquier persona.
Pero yo me sentía cada vez más mal y en el mes octubre del 2013 se me hicieron unos estudios ya estando en el IMSS los cuales decían que el nivel de creatinina y urea en la sangre ya eran altas
Y me internaron para ponerme el catéter peritoneal para la diálisis. Mientras yo estaba internada a mi mamá le recomendaron un homeópata que decían que era muy bueno, dure 2 días internada y un día antes que me pusieran el catéter, mi esposo me saco del hospital para llevarme al homeópata.
Al día siguiente de que me sacaron mi mamá me llevo con él y le dije todo lo que sentía y me dio varios goteros que prontamente hicieron efecto porque me empecé a sentir un poco mejor, me empecé a mejorar  poco a poco y así dure 6 meses, en el transcurso de esos 6 meses el nivel de creatinina bajaba, pero de un día para otro me comencé a sentir mal otra vez, los malestares ya eran más, calambres, dolor de piernas, hinchazón de piernas, presión alta, dolor de cabeza y todas las mañanas nauseas y a veces vómito como pura espuma y poco a poco dejaba de orinar.
Debido a los malestares regrese al tratamiento del seguro, al hacerme los estudios ya tenía los niveles de creatinina más altos, por lo cual en noviembre del 2014 me dieron cita para el 16 de enero del 2015, para ponerme el catéter de la diálisis peritoneal.
Pero el día 6 de enero estaba haciendo los quehaceres rutinarios de la casa, cuando me empecé a sentir mal, empecé a escuchar un zumbido en el odio derecho, por ese mal estar me acosté un rato creyendo que cuando me levantara me sentiría mejor.
Pero el malestar no se me paso, ese día aún estaba dentro de lo que cabe bien porque partí la rosca de reyes con mi familia.
Yo le comente a mis papas y a mi esposo de mi mal estar, a mi mama le habían recomendado un doctor que podía darme mejor tratamiento. Dr. Librado de la Torre.
Al despertar el día 7 yo ya estaba muy mal ya que deje de escuchar de mi oído derecho, vomitaba espuma y ni siquiera me pude levantar de la cama. Entonces mi mama saco rápidamente la cita con el Dr. Librado, ese mismo día me llevaron a las 6 de la tarde. Cuando llegue el doctor me dijo que yo necesitaba de urgencia que me colocaran un catéter para empezar el tratamiento de la hemodiálisis, pero en ese momento no tenía material, y me cito al siguiente día para colocarme el catéter.
Mi tratamiento de hemodiálisis comenzó el día 8 de enero del 2015 en ese hospital (Puerta de hierro sur) me hicieron 6 sesiones. Con las cuales me comencé a sentir muy bien.
Después seguí el tratamiento en el IMSS, pasaron 6 meses en donde las hemodiálisis ya no me hacían sentir bien, cada vez salía mas cansada del tratamiento y aunque me sacaban agua acumulada aun me sentía muy hinchada. En el mes de junio acudí 3 veces a urgencias por fuertes dolores de cabeza ocasionadas por la presión alta y dificultad para respirar cada que me acostaba.
Me tomaron una radiografía de tórax, en el cual presentaba que mi pulmón izquierdo tenia agua.
Al siguiente día fui a mi tratamiento y salí muy mal pero yo no quería que me dejaran internada, lo único que quería era descansar. Me acosté a dormir y me comenzó un dolor de cabeza muy fuerte, y no podía respirar, desperté a mi esposo y le dije que me sentía mal, me levante a hacer del baño y ahí sentí mareos y me caí y ya no supe nada de mí. Mi esposo me levanto y me puso en la cama y fue rápidamente a hablarle a mi hermana y a mis papás me empezaron a dar convulsiones y después de una le marcaron rápidamente a la cruz roja en lo que llegaban me dio otra convulsión y en lo que estaban los paramédicos conmigo me dio otra. Me llevaron de urgencia al la sala de urgencias de la clínica 110 en donde me dio otra más al llegar a la sala.
Ya estando ahí me tuvieron que sedar e intubarme para poder controlar las convulsiones, y me  sacaron el agua del pulmón, dure internada 16 días de los cuales 14 estuve intubada.
Los doctores me diagnosticaron un paro cerebral y neumonía, por tanto no podían decirle a mis familiares si estaría bien al despertar y si no quedaría secuela alguna.
Al despertar no tuve problema alguno, solo que por las convulsiones mi pie derecho quedo afectado por que el músculo me dolía demasiado al punto de no poder caminar por el dolor. Por lo tanto dure en silla de ruedas casi 2 meses.
Después de eso volví a ir con el Dr. Librado y me dijo que me tenía que operar, yo tenía 3 posibles donadores, mi mama, mi hermana, y mi esposo, el doctor me dijo que la persona más adecuada era mi esposo, comenzamos a hacer el protocolo el cual nos llevó aproximadamente 20 días, después de eso el doctor ya tenía todos los estudios y nos internaron el día 3 de septiembre del 2015.
La operación se realizó el día 4 a las 5 pm.  La operación salió muy bien, en los primeros 2 días los niveles de  creatinina bajaron a lo normal y lo resultados de mis estudios cambiaron totalmente, teniéndolos como una persona normal
Y le doy muchísimas gracias a dios por este gran milagro y gracias a todas las personas que estuvieron conmigo se los agradezco de todo corazón  a mi papa a mi mama mi hermana Lupita,  toda mi familia, amigos, y a muchas mas personas que estuvieron conmigo, al Dr. Librado de la torre, al Dr. Juan Luis Contreras y a su maravilloso equipo que siempre estuvieron al pendiente.
Y  a mi esposo que fue el donador y hizo que mi calidad de vida fuera mucho mejor.
Por eso todas las personas que duden o que estén mal informadas, no tengan miedo, acérquense con una persona especializada para que les informe bien, el donar un riñón le puede salvar la vida a una persona y eso es un acto que Dios se los pagara, y la vida del donador seguirá siendo la misma.
Gracias, Dr. Librado de la Torre y  Dr. Juan Luis Contreras porque me apoyaron y estuvieron al pendiente de mi enfermedad, gracias a su trabajo yo ahora soy una persona con una muy buena calidad de vida.
Que Dios los bendiga siempre. Y recuerden; Para Dios no hay imposibles.